noviembre 08, 2009

Más por defecto que por efecto

, by Isiriel

"Cuanto más vulgar e ignorante es el hombre, menos enigmático le parece el mundo; todo lo que existe y tal como existe le parece que se explica por sí solo, porque su inteligencia no ha rebasado aún la misión primitiva de servir a la voluntad en calidad de mediadora de motivos"
Schopenhauer

Hay cosas que no comprendo, y que temo que nunca comprenderé. ¿Ha heredado el ser humano alguna enfermedad congénita por la cual, cada día que pasa aumenta su estupidez? Porque de ser así se explicarían muchas cosas. A veces me da por pensar que no existen seres especialmente inteligentes, sino humanos especialmente estúpidos. Al menos, en lo que a mi respecta, no tengo una inteligencia superior a nadie (como las malas lenguas se empeñan en decir mientras a las espaldas critican la supuesta pedantería) Lo único que ocurre es que el intelecto general se puede calificar de estúpido, y eso hace que algunos parezcamos más de lo que somos. 

Os demostraré cómo estoy en lo cierto:
Todos los días las clases comienzan a las 8:30 de la mañana. A nadie le gusta madrugar, pero hay que llegar puntual a clase, y tampoco podemos descuidar las relativamente pocas obligaciones que tenemos como estudiantes. Sin embargo, existe una persona a la que llamaré Z, que nunca va a primera hora por quedarse dormida. Todo el mundo lo acepta de la misma manera que se acepta la ceguera de un ciego, como si fuese algo inevitable. Pero hasta donde yo sé, el único mal atribuíble a Z es la pereza. 
Un día como tantos otros, sin embargo, mientras intentamos que la glucosa suba al cerebro a primera hora, llaman a la puerta a las 9 menos cuarto. Qué sorpresa para todos que no es sino Z quién está en la puerta. ¡Y a primera hora! ¿Increíble? Es posible, pero más sorprendente es la reacción de mis compañeros, que no hacen sino irrumpir en aplausos. 
"Te quito la falta por ser el primer día que vienes a primera hora".- dice el profesor mientras busca a Z en la lista. Mientras, el aludido entra con cara de suficiencia a clase, como si hubiese batido un nuevo récord.

Es aquí cuando interrumpo mi historia y pregunto: ¿no nos merecemos más los aplausos aquellos que estamos plantados en clase, todos los días a las 8 y media? Estoy segura de que a mí me cuesta tanto levantarme como tantas otras personas. Pero ¿acaso premiamos al ladrón por no haber robado un día? ¿O al asesino por no haber matado a alguien la semana pasada? ¿Es que soy yo la única que ve esto totalmente ilógico?

Creo que empiezo a comprender cómo funciona el Estado. Vayamos todos los días tarde al trabajo, a ver si el día que llegamos pronto nos suben el sueldo. Normal que las cosas vayan como van si se premia más al fracasado que hace una cosa bien, que al perseverante que se esfuerza en hacerlo todos los días. Igual es por eso que tenemos este Gobierno tan chapucero. Seguro que el señor ZP dijo un día que dos más dos eran cuatro en vez de cinco, y alguien le debió de oír que: "Ole que listo, este va para presidente" Y aquí le tenemos.

En conclusión, dediquémonos a hacer el ganso, que a lo mejor nos dan un Nobel por saber leer y todo.


3 comentarios:

  1. Solo se me ocurre una cita de Einstein: "Solo hay dos cosas infinitas: el Universo y la estúpidez humana, y de la primera no estoy muy seguro".

    El reino de la mediocridad satisfecha es sin duda la forma moderna de la nada, aunque cada época ha tenido su propia forma de vacío.Pero también es cierto que en todas las épocas ha habido hombres y mujeres con corazón y cabeza.

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  2. Y así va el país como va... sospecho que esto es más cosa de España que en otros lados. Que en nuestro país se alaba al que consigue hacer lo mínimo, mientras que en otros países se alaba al que se esfuerza por hacer lo máximo...

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  3. No sé el porqué pero creo saber quien es Z .

    Sara

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